La pandemia ha enfatizado la necesidad y el impacto potencial que tienen las vacunas en la salud pública y la actividad económica, pero ¿se evalúan correctamente los costes directos e indirectos y los beneficios de las vacunas?
Durante los últimos años, varios autores argumentan que existe una tendencia a infravalorar la prevención y sobrevalorar los tratamientos convencionales.
Por lo tanto, ahora más que nunca, conviene enfatizar la importancia de la medicina preventiva y se hace necesario optimizar las estrategias de evaluación económica de los programas de vacunación para que los poderes públicos dispongan de las herramientas más adecuadas para el análisis.